A don Juan Manuel Rodríguez García, presunto dueño de la
Universidad Sotavento, le acaban de quitar la mascara de la “honestidad” y
Salvador Valencia Carmona le pone la mascara de la “deshonestidad”. Y es que
ayer toda la familia Rodríguez Caamaño fue “encuerada” luego de que se dio a
conocer que el Juzgado Segundo de Primera Instancia falló a favor del ex rector
de la Universidad Veracruzana para que le devuelvan todos y cada uno de sus
derechos como socio de la institución educativa. Bajo el expediente 995/2006,
ahora el señor Rodríguez le tendrá que entregar cuentas a Salvador, ¿Qué
significa lo anterior?, que Juan Manuel podría quedar en la calle, además que
puede perder los derechos para continuar al frente de la famosa universidad
porteña. Escándalo es el que hay en el pueblo, ¿por qué?, sencillo, la familia
Rodríguez Caamaño eternamente había navegado con la “bandera de la honestidad”,
hoy son exhibidos como unos auténticos bandoleros en perjuicio de Salvador
Valencia. “No todo lo que brilla es oro”. Así es como se escribe la historia.