Mercenarios del dolor ajeno es lo que son los dueños de la
empresa de autobuses “Butrón”, y aquí estamos hablando de que los señores se
niegan a pagar el “seguro del viajero” a los familiares de las 43 personas que
fallecieron el pasado 20 de abril cuando una de sus unidades se impactó con un
tráiler en el norte del estado. Ahora resulta que Rafael Butrón Pérez afirma
que él ya no era el propietario de la unidad, que esta se la había vendido a
Yolanda Huitrón Vázquez, ¿qué significa lo anterior?, que Rafael Butrón esta
enviando a los familiares de los muertos con la señora Huitrón, pero esta dama
se niega a cubrir el seguro, pues le “tira la bolita” a Butrón. Lo que no se
vale es que las autoridades dejen solas a las 43 humildes familias, ahora las
víctimas andan limosneando ayuda, pues tanto Butrón y Huitrón se “hacen los
occisos” para cumplir con su responsabilidad. Es triste que pasen estas cosas,
pero lo que da rabia es que los dueños del autobús siniestrado se hagan los
tontos. No se vale el viacrucis que viven hoy en día los familiares de los
difuntos. En esta vida se puede ser cochino, pero no trompudo, y aquí ya les
creció la trompa a Yolanda Huitrón como a Rafael Butrón.