La “guerra sucia” contra Enrique Peña Nieto, el PRI y sus
militantes más distinguidos no para, al contrario se incrementa, ahora le tocó
el turno a Carlos Romero Deschamps y para perjudicarlo exhibieron a su hija
Paulina. Es cierto que hay “guerra sucia”, pero también los “grandes” priístas
le deben de recomendar a sus familiares que “guarden las formas”, ya cuando
menos hasta que pasen las elecciones. Es que tampoco se vale lo que hizo
Paulina Romero, quien reveló públicamente que hasta sus perros se van de viaje
con ella, lo anterior no es justo, es una ofensa para el pueblo. Carlos Romero
Deschamps ya no puede hacer nada para salvarse de las criticas, pero lo
anterior debe de servir de ejemplo para los demás y así controlen las declaraciones
de sus hijos, esposas, hermanos, cuñados y queridas, esos que les gusta
utilizar las redes sociales para dar a conocer sus riquezas, ahí esta el caso
de Paulina, la hija del líder nacional del sindicato petrolero.