Ayer nos llegó la columna política “Observatorio” la cual
habla de Liébano Sáenz como el futuro Director General de Pemex. Por lo
interesante de los comentarios, la damos a conocer en su totalidad para que los
nuevos lectores sepan la verdadera historia. Ahí les va: “Incrédulamente fríos
nos dejó el comentario publicado en el portal www.municipiossur.com este jueves
16 donde casi da como un hecho que el político y hoy encuestador Liébano Sáenz
sería designado Director General de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en sustitución
de Juan José Suárez Coppel a partir del primero de diciembre ya con Enrique
Peña Nieto como presidente en funciones. ¿Pero quién es Liébano Sáenz Ortiz?,
pues se trata de un tipo con el don de la ubicuidad y capacidad intelectual
indiscutible con influyente presencia en el animo del malogrado candidato
presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio ejecutado en Lomas Taurinas en
Tijuana Baja California con quien colaboró y después funcionario con el
presidente Ernesto Zedillo Ponce de León y últimamente director general, ya en
la iniciativa privada; de la encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica
(GCE) publicadas por el Grupo Milenio en sus medios electrónico e impreso del
que es colaborador; pero la historia de Liébano Sáenz ciertamente como dice
www.municipiossur.com tiene sus lados muy oscuros como cuando le correspondió
"liquidar" la Azufrera Panamericana, S. A. (APSA) ya para entonces
absorbida por el gobierno mexicano de la empresa norteamericana fundadora que
convirtió a Jáltipan en un gran emporio industrial y económico que Liébano y
sus cómplices como Manuel Morales Cadena protegido de don Fidel Velázquez, y
entonces director de APSA y eterno aspirante a gobernador del Estado de México,
y bueno para los turbios negocios. Le ordeñaron millones de pesos con obras
fantasmas y otras cobradas hasta tres veces a precios inflados y dejando
pendiente el finiquito con los socios del Sindicato de Trabajadores del Azufre
y Similares (STAS) que después ventiló un largo, largo juicio laboral que vino
a resolverse hasta el gobierno de Patricio Chirinos Calero que intervino ante
su amigo el presidente Carlos Salinas de Gortari para pagar los alcances que
conforme a la ley correspondían a los ya para entonces extrabajadores y
Jáltipan cayó en un bache económico terrible porque los exazufreros y la gente
del pueblo no estaban preparados para vivir en la austeridad luego de los
esplendorosos tiempos de la APSA que entregaba por ejemplo quincenalmente a
cada trabajador despensas que bien podrían haber alcanzado para diez familias y
tan generosas eran que hasta se daban el lujo de vender los excedentes o
enviarlos a la casa chica. Por eso, el nombre de Liébano no es muy bien
recordado en Jáltipan y tampoco en Otapa donde tenía presencia la APSA, por
saqueador y con esas cartas de presentación de su paso por el viejo PRI del
saqueo, al que estaría regresando Enrique Peña Nieto; pues ya deben imaginarse
lo que de Liébano podría esperarse como Director General de PEMEX, nada más y
nada menos que sería: ¡Como poner la iglesia en las mismas manos de Lutero!”.